El otro día estaba pensando en cuanto hacia que no actualizaba este blog: "mis fans me deben extrañar" pensé...pero que fans? Creo que a esta altura soy el único que lee las publicaciones, pero no importa. El hombre es un animal de costumbres, dicen, y no quiero perder la costumbre de escribir. Tampoco quise perder otras costumbres, así que el Miércoles pasado hice feliz a un gordo: me compré una bici. Si bien lo venía meditando hace un tiempo no estaba seguro. Pero ese Miércoles llegué a Legislandia a la mañana y me dije "hoy hay que comprar la bici" después me pregunte "porque me hablo a mi mismo?" y después me fuí, ya que había gente mirando como hablaba solo. Llegadas las 14hs me tomé el subte y me fui a por ella. Luego de una orgía entre el bicicletero, mi tarjeta de crédito y yo, me volví a Legislandia en mi bici nueva. Esto es bueno, ya que se me hizo un habito usar la bicicleta para ir y volver del trabajo, y además retomar mi actividad de joven, que era hacer piruetas en estas cosas, procurando no romperme ningún hueso.
En otro orden de cosas, me estoy cagando de frio, pero de a ratos me cago de calor. Este invierno de mierda viene con ráfagas de calor. Y de esta manera vivo enfermo (mas de lo normal).
Por ahora no tengo mas nada que decir. No es que me falten ideas, pero quiero hacer algo bien.